El hilo dental, un gran aliado para tu salud oral

Una buena higiene dental no sólo se basa en el cepillado. Aunque es importante cepillarse los dientes después de cada comida, el cepillo no consigue llegar a los rincones más difíciles de la cavidad oral. Para conseguir una higiene más efectiva, una de las técnicas más recomendadas es el uso de hilo dental.

Muchos pacientes basan su rutina de limpieza en el cepillado. Pero con el tiempo los restos de comida y bacterias se acumulan entre los dientes y las encías. Si no se limpia con profundidad, estos restos pueden incrustarse y sólo pueden ser eliminados por un profesional. El hilo dental ayuda a evitar la acumulación de biofilm oral en uno de los rincones más difíciles de la boca: los espacios interdentales.

Pero, ¿A qué zonas puede llegar el hilo dental? Hablamos de los espacios entre los dientes y también entre dientes y encías. Aunque su uso conlleva una técnica y dedicación de tiempo, el hilo dental ayuda a prevenir el desarrollo de varias patologías orales.

No obstante, conviene hacer un buen uso del hilo dental. De lo contrario puede provocar otras consecuencias a nivel bucodental, como el sangrado o la inflamación de las encías. También es recomendable usarlo después del cepillado.

¿Cómo usar el hilo dental?

Si al pasar el hilo dental notas un dolor agudo, es señal de que la técnica falla o que algo no va bien en tu salud oral. Tampoco debería ser habitual el sangrado en las encías. Para evitarlo, conviene seguir una técnica concreta:

  • Enroscar cada extremo del hilo alrededor del dedo de cada mano.
  • Doblar el hilo alrededor del borde lateral de los dientes. Se deben cubrir los espacios entre encías y piezas dentales.
  • Pasar el hilo con suavidad. Un truco es hacer forma de C.
  • Repetir el proceso en otros dientes, usando partes nuevas del hilo dental.

Si el dolor o el sangrado persisten al pasar el hilo, lo mejor es acudir al odontólogo de confianza cuanto antes. Con el uso del hilo dental una vez al día es posible conseguir una limpieza oral más profunda, algo fundamental para mantener la sonrisa sana y radiante.

Fuente: www.propdental.es

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